¡Prediquemos con el ejemplo!
Para que puedas ser buen entrenador, un líder, para que puedas gozar de la satisfacción de ver como tu influencia en los jugadores, los lleva a jugar como tu quieres que jueguen, para que los jugadores crean en ti y en tu forma de ver el fútbol, un buen entrendador debe predicar con el ejemplo.
Un gran ejemplo de esto fué Mahatma Gandhi.
Una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi e imploró: Por favor, Mahatma, inste a mi hijo a no comer azúcar.
Gandhi, después de una pausa, pidió: tráigame a su hijo de aquí a dos semanas.
Dos semanas después, ella volvió con el hijo. Gandhi miró bien profundo en los ojos del muchacho y le dijo: No coma azúcar.
Agradecida, pero perpleja, la mujer preguntó: ¿Porqué me pidió dos semanas? ¡Podía haber dicho lo mismo antes!
Y Gandhi respondió: Dos semanas atrás, yo estaba comiendo azúcar.
Si quieres ser un buen entrenador, recuerda que tus palabras tendrán autoridad en la medida que aquello que tu digas corresponda con tu manera de actuar, con tu manera de asumir la vida todos los días.
No es sencillo, pero tampoco es imposible, de cualquier modo, si quieres progresar es un deber intentarlo sin descanso, empeñar todos tus esfuerzos en conseguir predicar con el ejemplo.
Fuente: Blog de Antonio Serrato
