Lolo Soler, Manu Palancar, Javi Gallardo, Olmo, Carlos Guerra, Ismael Chico, Sergio Ortiz (Raúl, 82’), Chema Mato, Hugo Díaz (Samu, 71’), Copi (Salvi, 86’) y Juampe.
San Fernando CD:
David Valle, Eder (Sebas, 55’), Jorge Herrero, Paco Borrego, Sambruno, Germán, Iván Guerrero, Ernesto (Ñoño, 65’), Pedro Carrión, Juanje y David Hernández (Cristian, 46’).
Árbitro:
Luis Mario Milla Alvendiz, de San José de la Rinconada (Sevilla) En un partido de guante blanco se empeñó en hacer un arbitraje políticamente correcto, por lo que administró mal las tarjetas. La falta que dio origen al 3-1 sencillamente no existía.
tarjetas:
Amarillas a los locales Manu Palancar (55'), Copi (75') e Ismael Chico (86') y a los visitantes Germán (20'), Pedro Carrión (74'), Sambruno (79') y por dos veces al azulino Jorge Herrero (24' y 45'), por lo que fue expulsado al filo del descanso.
goles:
1-0. Juampe suelta un trallazo (20 segundos de partido). 2-0. Juampe con un recorte hacia el interior casi calcado al anterior (70') 3-0.Chema Mato fusila después de que un disparo de Copi tropezase en un desfensa (73'). 3-1.Carrión se adelanta de cabeza a la salida en falso de Lolo Soler (77').
incidencias: Partido de la duodécima jornada de Liga, disputado en el estadio Municipal de La Línea ante unos 1.500 espectadores, un centenar de ellos llegados desde La Isla.
La Balompédica logró ayer una victoria con regustillo a vendetta copera
sobre el San Fernando que, curiosidades de este bendito deporte,
comenzó a gestarse justo una semana antes de que los equipos saltasen al
terreno de juego. Tras consumarse el empate entre los linenses y La
Roda de hace dos jornadas, el presidente albinegro, Alfredo Gallardo,
envió un aviso a navegantes a través de este periódico a alguno de sus
futbolistas que, aunque juran y perjuran que nunca leen la prensa, ya
sabían a primera hora del lunes lo que pensaba el máximo mandatario del
club. Dos de los señalados, Copi y Juampe, resucitaron de sus cenizas y
fueron determinantes para que los de La Línea doblegasen al conjunto de
la Isla. Un resultado incontestable que zanja una mala racha de tres
jornadas sin conocer la victoria de los de Rafa Escobar, a los que aúpa a
compartir el cuarto puesto con el Cádiz en vísperas de la visita a
Carranza.
No habían transcurrido veinte segundos de partido cuando Copi, suplente el miércoles, pinchó un balón y abrió a banda con criterio. Juampe burló la vigilancia de Jorge Herrero, hizo ese recorte hacia dentro que lleva tan impreso su sello y soltó un trallazo que se fue a buscar la red con ansiedad. Uno-cero y había muchos aficionados que aún no habían ocupado ni su asiento.
El San Fernando quedó noqueado. El de la Isla es un equipo falto de fe en sí mismo, con las dudas propias del que habita en la zona baja de la clasificación -con toda justicia por lo que se vio ayer- y con el marcador en contra dejó crecer esos miedos que se transforman en grilletes. Se mostró como un bloque amorfo, insípido, el peor San Fernando que haya pasado por La Línea en décadas, que estuvo muchos minutos a merced de una Balona que, una vez más, se veía incapacitada para reflejar en el marcador su manifiesta superioridad sobre un adversario.
Juampe, Javi Gallardo, Copi, Hugo Díaz... acariciaban el segundo tanto mientras el árbitro perdonaba la segunda amarilla a un descentrado Jorge Herrero, empeñado en prestar con la camisola del San Fernando los servicios a la Balona que nunca brindó cuando se enfundaba la albinegra.
Masegosa fue el único que no se percató de que el lateral acabaría marchándose al vestuario por doble amonestación y al filo del descanso al árbitro no le quedó otra que enseñarle la segunda admonición, en una entrada que no venía a cuento a Copi, que estaba aún en campo propio.
Antes de eso, el conjunto visitante, de largo el peor que ha pasado por el Municipal en la presente andadura, se dejó ver por fin por el área local. La primera, en una internada de Ernesto hasta la línea de fondo cuyo intento de pase de la muerte interceptó el cancerbero local con los pies y la segunda, en un error del guardavallas a la salida de un córner en el que Olmo tuvo que interponer su cuerpo para que no hubiese remate.
Tras el descanso Masegosa, a pesar de jugar con diez, fue buscando arriesgadas soluciones ofensivas, hasta el punto de retrasar a Iván Guerrero al lateral derecho para aprovechar la particular ubicación de Sergio Ortiz, que casi nunca se desenvolvía por la banda y generaba superioridad numérica en el centro. La valiente apuesta a todo o nada del técnico visitante se quedó en esto último en el setenta. Juampe casi repitió su jugada del comienzo del choque y puso firma a su segundo gol.
Cuando todavía se estaba tambaleando el rival Manu Palancar centró desde un costado izquierdo ya constituido en una autovía, Copi remató, el balón tropezó en un adversario y acabó en los pies de Chema Mato, que sigue añadiendo goles a su cuenta como si de un artillero se tratase.
En los tres minutos siguientes y con los azulinos sujetándose en las cuerdas, David Valle hizo hasta tres paradas de mucho mérito, pero el cronómetro apenas había llegado al 77' cuando el árbitro se inventó una falta que Germán puso al borde del área grande, Lolo Soler salió, otra vez, a por uvas y el incombustible Pedro Carrión cabeceó a la red (3-1).
Ni siquiera ese gol puso en entredicho la victoria de una Balona que al menos dejó entrever que pretende volver a ser la de las primeras jornadas ligueras y que le mantiene el pulso a la nómina de elegidos del grupo. Que ya es mucho, muchísimo, aunque las más de las veces se antoje una obligación porque ese grupo ha malacostumbrado a todo su entorno, que ha acabado por creer que los de La Línea deben competir de tú a tú con enemigos que le cuadriplican en presupuesto.
La duda que queda en el aire es como un equipo tan desfigurado como este San Fernando pudo eliminar a la Balona de la Copa. Pero seguramente sin preguntas retóricas como ésta, lo mismo que sin errores arbitrales, el fútbol no sería tan grande.
No habían transcurrido veinte segundos de partido cuando Copi, suplente el miércoles, pinchó un balón y abrió a banda con criterio. Juampe burló la vigilancia de Jorge Herrero, hizo ese recorte hacia dentro que lleva tan impreso su sello y soltó un trallazo que se fue a buscar la red con ansiedad. Uno-cero y había muchos aficionados que aún no habían ocupado ni su asiento.
El San Fernando quedó noqueado. El de la Isla es un equipo falto de fe en sí mismo, con las dudas propias del que habita en la zona baja de la clasificación -con toda justicia por lo que se vio ayer- y con el marcador en contra dejó crecer esos miedos que se transforman en grilletes. Se mostró como un bloque amorfo, insípido, el peor San Fernando que haya pasado por La Línea en décadas, que estuvo muchos minutos a merced de una Balona que, una vez más, se veía incapacitada para reflejar en el marcador su manifiesta superioridad sobre un adversario.
Juampe, Javi Gallardo, Copi, Hugo Díaz... acariciaban el segundo tanto mientras el árbitro perdonaba la segunda amarilla a un descentrado Jorge Herrero, empeñado en prestar con la camisola del San Fernando los servicios a la Balona que nunca brindó cuando se enfundaba la albinegra.
Masegosa fue el único que no se percató de que el lateral acabaría marchándose al vestuario por doble amonestación y al filo del descanso al árbitro no le quedó otra que enseñarle la segunda admonición, en una entrada que no venía a cuento a Copi, que estaba aún en campo propio.
Antes de eso, el conjunto visitante, de largo el peor que ha pasado por el Municipal en la presente andadura, se dejó ver por fin por el área local. La primera, en una internada de Ernesto hasta la línea de fondo cuyo intento de pase de la muerte interceptó el cancerbero local con los pies y la segunda, en un error del guardavallas a la salida de un córner en el que Olmo tuvo que interponer su cuerpo para que no hubiese remate.
Tras el descanso Masegosa, a pesar de jugar con diez, fue buscando arriesgadas soluciones ofensivas, hasta el punto de retrasar a Iván Guerrero al lateral derecho para aprovechar la particular ubicación de Sergio Ortiz, que casi nunca se desenvolvía por la banda y generaba superioridad numérica en el centro. La valiente apuesta a todo o nada del técnico visitante se quedó en esto último en el setenta. Juampe casi repitió su jugada del comienzo del choque y puso firma a su segundo gol.
Cuando todavía se estaba tambaleando el rival Manu Palancar centró desde un costado izquierdo ya constituido en una autovía, Copi remató, el balón tropezó en un adversario y acabó en los pies de Chema Mato, que sigue añadiendo goles a su cuenta como si de un artillero se tratase.
En los tres minutos siguientes y con los azulinos sujetándose en las cuerdas, David Valle hizo hasta tres paradas de mucho mérito, pero el cronómetro apenas había llegado al 77' cuando el árbitro se inventó una falta que Germán puso al borde del área grande, Lolo Soler salió, otra vez, a por uvas y el incombustible Pedro Carrión cabeceó a la red (3-1).
Ni siquiera ese gol puso en entredicho la victoria de una Balona que al menos dejó entrever que pretende volver a ser la de las primeras jornadas ligueras y que le mantiene el pulso a la nómina de elegidos del grupo. Que ya es mucho, muchísimo, aunque las más de las veces se antoje una obligación porque ese grupo ha malacostumbrado a todo su entorno, que ha acabado por creer que los de La Línea deben competir de tú a tú con enemigos que le cuadriplican en presupuesto.
La duda que queda en el aire es como un equipo tan desfigurado como este San Fernando pudo eliminar a la Balona de la Copa. Pero seguramente sin preguntas retóricas como ésta, lo mismo que sin errores arbitrales, el fútbol no sería tan grande.
