Este vizcaíno se considera un hombre «de pueblo, muy normalito», para el que su familia, charlar con los amigos tomando algo o salir al monte de excursión son las claves de la felicidad. De trato cercano, también se precia de decir las cosas a la cara, lo que a veces puede ocasionar que salga un punto de mal humor que sus ayudantes intentan aplacar.
Si su filosofía vital se resume en la palabra 'sencillez', la futbolística se ciñe a la expresión 'buen gusto'. Porque el fútbol que Pouso practica con sus jugadores del Mirandés tiene encandilados a los habitantes de la ciudad burgalesa. «Tiene un concepto del fútbol bonito, al estilo del modelo que ha implantado Guardiola. Es partidario del juego en corto», señala el máximo mandatario del club castellano.
El modelo de juego que ha implantado Carlos Pouso en Miranda de Ebro ha cuajado en el equipo burgalés. Y de qué forma. En su primera temporada en el banquillo rojillo (2009-2010), el equipo finalizó en décimo tercera posición. Pero en la pasada campaña, el Mirandés fue segundo de su grupo en la Segunda División B. Jugó la fase de ascenso a Segunda, y se quedó a las puertas de subir a la División de Plata. En esta temporada, los burgaleses son los líderes sólidos de su grupo.
El vestuario, una piña
La clave para ello es que el vestuario del Mirandés «es una auténtica piña», afirma Ramiro Revuelta. La relación entre los 20 jugadores es «extraordinaria, y buena parte de ese mérito corresponde al entrenador».
Trabajador exhaustivo - «aunque sin estar 24 horas sumergido en la profesión», admite el propio Pouso-, prepara los partidos de forma meticulosa, porque opina que si «tú exiges al futbolista y él te da es porque ven que lo traes todo currado». Pero Carlos Pouso tiene una particularidad en relación a otros técnicos. Su lista de convocados para un partido la da apenas una hora antes del comienzo del encuentro. Tal es así, que los jugadores suelen hacer 'porras' para acertar quién salta al campo.
«Ocurre sobre todo con los porteros. No tiene uno titular indiscutible», comenta Revuelta. «Pero también sucede con otros jugadores. Sí hay un bloque que juega más o menos de forma habitual, pero de pronto un futbolista se puede encontrar con qué no juega en ese partido. Ahora bien, siempre explica a los jugadores la razón de los cambios».
3- ENERO-2011